Llevo días queriendo escribir un blog porque los 140 caracteres de Twitter me dejan corta para la cantidad de pensamientos que cruzan mi mente en algunos días, aunque hay otros que apenas me sale un hola.
No sabía que hoy sería el día, siempre decía cuando tuviese un tema claro para mi blog empezaría.
Hasta hoy no hay un tema definido, pero si muchas historias que contar y necesito un escape. Me levanté temprano para un plan que tenía y se canceló, y tomando mi habitual té con leche vino a mi mente la tercera opción para el título del blog y me gustó. Ahí me decidí a darle click a "crear un blog".
Es algo nuevo para mí y que había dicho tiempo atrás que no haría, pero como últimamente he visto, estoy haciendo cosas que antes había dicho que no haría. Claro, respetando siempre mi consciencia (más fastidiosa que Pepe Grillo) y el amor que tengo por la vida.
No me acerco a ser escritora ni he estudiado ninguna carrera humanística (tema para otro día), aunque de pequeña escribía cuentos para niños.
No me comprometo a ser una bloggera fiel a los seguidores que pueda tener, de hecho, lo que más se disfruta de este mundo virtual es la libertad. Y seguramente escribiré menos de lo que quisiera.
Quiero utilizar este espacio para desahogarme y contar muchas cosas que me pasan o que quisiera me pasaran.
Tampoco estoy obsesionada por la cantidad de seguidores que pueda tener para ir a promocionar mi blog. Más bien, lo dejo como un mensaje que escribo en una botella, ahora virtual, que lanzo en este mar y que si alguno se topa con él y le gusta, pues bienvenido.
Pretendo ser la extensión de mi personalidad apasionada, inquieta, romántica y controversial.
Y en un futuro cercano pretendo escribir en más idiomas, sino en inglés, para eliminar la barrera que nos toca afrontar por haber construído un día, la torre de Babel.
Por ahora me despido, con la ilusión que estos pensamientos se vayan como burbujas, pero exploten lejos.
PUES HOOOOLAAAAAAAA BIENVENIDA COBLOGUERA XD.
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